Ha llegado el momento de poner orden en el indice, para lo que fundimos en este trabajo del SM- 79 dos monográficos presentados con anterioridad: «El visor de bombardeo Jozza» y «Lanzabombas y bombas italianas». A este trabajo le añadiré un primer capítulo, que tratará de las características generales de la aeronave, con datos entresacados de estos dos trabajos anteriores citados y algunos añadidos que pueda considerar necesarios, como su participación en la Guerra Civil Española, etc.
INDICE:
I.- SM-79, el mejor bombardero italiano en la Guerra Civil Española
¡¡¡PENDIENTE DE DESARROLLAR !!!
II.- Visor de bombardeo italiano «Jozza»
III.- Lanzabombas y bombas italianas
II.- VISOR DE BOMBARDEO ITALIANO «JOZZA»
VISOR DE BOMBARDEO ITALIANO «JOTZZA» por Julen Munitis se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Mi primera intención era presentar este visor en el capitulo que tratara de los Savoia-Marchetti SM.79 italianos pero en vista de que lo tengo listo y el capítulo comentado esta bastante atrás en el indice programado, lo presento aquí a modo de introducción al tema, luego lo reinsertaré como una apartado mas de dicho tema.
La dificultad de apuntar correctamente las bombas durante un bombardeo horizontal fue un gran problema durante los años 20 y 30 y la búsqueda de un visor de bombardeo efectivo no llevo el mismo acelerado proceso que el desarrollo de las aeronaves. Existían ingenios sencillos que permitían una puntería decente por debajo de los 1.500 metros (en Gernika se bombardeo por debajo de los 800 m. como afirmo el propio Richthofen en mayo del 37. Según el parte metereológico de la Estación de Igeldo para ese día, había formaciones de «cumulonimbos» o nubes cerradas a 800 m. de altura, lo que impedía el vuelo a las aeronaves de la época por encima de dicha altura) pero fallaban a alturas superiores, necesarias para eludir la artillería antiaérea, «AAA». Es comúnmente admitido que Alemania poseía en la IIª Guerra Mundial la tecnología bélica más avanzada del mundo. Sus armas revolucionarias para la época impresionan aún hoy día. Ahí están los misiles V 1 y V 2, el radar, los primeros prototipos de aviones a reacción, los experimentos avanzados en busca de la bomba atómica, etc., etc. Sin embargo su impresionante maquinaria bélica tuvo siempre un «talón de Aquiles», decisivo en la guerra, carecía de un visor de bombardeo horizontal efectivo y aunque el famoso «Norden» de los americanos no era la panacea con la que lo presentó la propaganda aliada, (al final los alemanes consiguieron copiarlo) era mucho más efectivo que los visores «GV 219 d» (Goerz Vizor) alemanes, los «CSBS MK IA» ingleses, o los «Jozza» italianos. Luego vendrían los «Norden» estadounidense, el «Lotfe» aleman y el «MK XIV» británico, pero esa es ya otra historia que no nos atañe.

Presento ahora el «Jozza» italiano, visor bastante desconocido, que equipaba los 3 Savoia Marchetti SM.79 que participaron en el bombardeo de Gernika, lo mismo haré en el futuro con el «GV 219 d» que equipaba los Junkers JU 52, Heinkel He 111 y Dornier Do-17, del que tengo detallada y completa información, pero la traducción del alemán me esta resultando mucho más dificultosa.
Este era su funcionamiento, en una secuencia de imágenes, recreación informática en un simulador de vuelo.
Varias de las imágenes son capturas del magnífico vídeo producido por RedEye_Jir
LAS INFOGRAFÍAS CON MARCA DE AGUA ESTÁN REALIZADAS POR EL AUTOR DEL BLOG.






El artillero se apostaba en la parte anterior de la barquilla, provista de una gran ventana panorámica y cerrada por un vidrio de seguridad que, a su vez, venía protegido con una cortinilla de laminas especial que se levantaba en el momento oportuno. Alrededor de la nave, la barquilla de apuntamiento está equipada con aberturas cerradas por paneles transparentes que permiten la observación de una gran extensión del terreno sobre el que se volaba. El artillero tiene asegurado un campo de visibilidad de entre 85 º hacia delante y 15 º detrás de la vertical, 25 º a la derecha y 25 º a la izquierda, del plano de simetría del aparato. Frente al puesto del artillero, mirando a la proa, esta montado el visor de apuntamiento modelo «Jozza» y en la parte superior un teclado para el accionamiento mecánico de lanzamiento de las bombas. También delante del apuntador-artillero se monta un panel de indicadores con un altímetro, un indicador de velocidad, un giroscopio direccional y un reloj. Un cronómetro de cuenta atrás esta colocado a la derecha del panel. A la derecha del artillero se encuentra el volante para el timón de dirección, así como la palanca del dispositivo hidráulico para apertura y cierre de las compuertas inferiores del compartimiento bombas. Al fondo de la barquilla están preparados un par de botines de chapa retráctiles para el artillero. Cuando éste ocupa su puesto, los empuja hacia fuera, introduciendo las piernas para permanecer cómodamente sentado.
Descripción La mira Iozza U. 3 A. permite el apuntamiento considerado tripartito, que es efectuado por tres personas: el piloto, el apuntador de dirección y el apuntador de tiro. Para ello el instrumento trae dos miras propiamente dichas (1) y (2), perfectamente conectadas, y cuyos planos de mira permanecen constantemente paralelos, sea cual sea la posición en que tomen, dependiendo de la operación de apuntamiento llevada a cabo en el mismo instrumento. La mira propiamente dicha esta colocada en dos tubos verticales parcialmente abiertos (6), los cuales constituyen su relativo alojamiento. Estos últimos, a su vez, son sostenidos y vinculados al cuerpo cilíndrico «C», en la parte superior por dos brazos transversales «b» y «b» , oportunamente articulados y inferiormente con dos barras transversales «a» y «a´ « pasando a través del cilindro «C» y en lados opuestos de un paralelogramo articulado horizontal. Para establecer la retícula, ya investidos en sus respectivos alojamientos, es necesario atornillar los dos botones (7) y bloquear todo por medio de los botones (8) que actúan de contratuerca. El cuerpo cilíndrico «C», con sus correspondientes barras y retículas, constituye la masa pendular de la mira; Este viene conectado con el brazo de soporte «S» por medio de una articulación tipo cardan y un sistema de amortiguación neumático que consta de tres cilindros «K» rígidamente fijado a la cabeza del soporte «S» y tres pistones de grafito comprimido cuyas bielas con rótula esférica están unidos a tres bracitos (11) fijos a la masa pendular. El cilindro «K» portando la cabeza de la válvula (12) le permiten ajustar la amortiguación. El soporte «S» está conectado a la placa delantera «P» utilizando un tornillo tangencial que engrana en un sector dentado; el mando se efectúa por medio de la manivela (5). Este mecanismo permite que gire el soporte “S” respecto de la placa «P» dentro de un sector determinado. La placa de la base (P) tiene 4 orificios para la fijación de la mira al aparato. Un anillo «A» rígidamente unido al soporte «S» sirve como un limitador de las oscilaciones de la masa pendular y sostiene un porta-cronómetro (3) comprendiendo dos brazos articulados extensibles y orientables, que se pueden fijar en la posición más conveniente por medio del botón de presión (4). El cilindro «C» lleva la graduación «Ɛ» de retardo y su botón de control (9). La introducción del ángulo de retardo, en esa graduación, permite efectuar automáticamente correcciones particulares en caso de tiro en deriva contra objetivos fijos o móviles en el caso de tiro en aire calmado contra blanco móvil. En la cabecera del soporte «S» se encuentra la graduación de deriva «ρ» y su botón de control (10). El visor tiene dos burbujas de nivel, una (13) fijada al soporte «S» en el centro de la graduación de deriva y otro fijado al cuerpo cilíndrico «C». Para quitar el cronómetro de cuenta atrás de su alojamiento, es necesario presionar sobre la corona estriada con índice móvil, hasta que las dos orejítas del cronómetro se liberen de sus muescas. En el interior del cuerpo cilíndrico «C» se encuentran varios mecanismos, los cuales, dependiendo del valor introducido en las dos graduaciones «Ɛ» y «ρ» y por medio de dos varillas de conexión y mando «a» y «a´», hacen girar los dos puntos de mira, alrededor de dos ejes, uno vertical y el otro horizontal, de determinada categoría angular. También el cuerpo «C» contiene masas de compensación móvil, las cuales, dada la compensación integral de las retículas, dan a la masa pendular un centro de gravedad invariable y luego una referencia a la vertical, constantemente correcta.
Descripción de la mira propiamente dicha
La mira propiamente dicha (fig. 2) esta constituida de:
- la retícula «L»
- la barra «A» con graduación de retardo «N» y la mirilla «R»
- el tubo «Q» que une las dos partes.
La retícula «L», comprende:
a) un tubo oval en el cual están marcadas las graduaciones «H» y «T» y una graduación milesimal «M». Los números de este último indican, en centena de milésimas, la distancia entre la el visor «R» y el plano de la retícula;
b) un cilindro «C» que puede girar alrededor de su propio eje y que lleva una graduación de velocidad y una graduación de altitud. La primera está señalada en km/h en la base del cilindro, la segunda, marcada en hectómetros, envuelve todo el cilindro en una serie de espirales. Cada espiral corresponde a una determinada altitud de vuelo;
c) tres puntos de mira «O», «S», «P», de los cuales los dos últimos son móviles. Su desplazamiento, que es siempre simultáneo, se consigue actuando sobre el botón «B». Cualquiera que sea la posición que tomen siempre se cumple la siguiente formula:
es decir, la distancia entre los dos puntos de mira móviles es siempre la mitad de la distancia entre el segundo punto móvil «S» y el punto fijo «O» (centro del anillo);
d) tres filamentos longitudinales paralelos de los cuales, el del medio y la mirilla «R» determinan el plano de mira del visor;
e) un elemento de la retícula «E» que facilita el apuntamiento en dirección, especialmente en el tiro contra blancos en movimiento. Dicho elemento, además de la posición de tiro indicada en la fig. 2, puede asumir otra inclinación en el plano de la retícula. Las dos posiciones están determinadas por un sistema de resortes. Los puntos de mira «P» y «S» llevan cada uno dos índices, uno constituido por un borde rectilíneo anterior («i» y «h») para efectuar la lectura de las graduaciones «H», «T» y «M» y el otro punto («I» y «K») para la graduación de la altitud del cilindro «C». La lectura de la graduación «V» se efectúa por medio del índice «n». Los tres puntos de mira «P», «S» y «Q» determinan, con la mirilla «R», las tres visuales «RP», «RS», «RO» que para simplificar la exposición siguiente, apuntaran respectivamente con «p», «s» y «r». La inclinación de dicha visual depende de la posición de la mirilla «R» y de la posición de la punta de la mira móvil «P» y «S», pero cualquiera que sea ésta inclinación, siempre cumplirá el requisito de que el espacio comprendido en el suelo (supuestamente horizontal) entre la visual «p» y la «s», es siempre la mitad de lo comprimido entre la «s» y la «r».
CROQUIS EN ELABORACION EN AutoCAD.







El apuntador-bombardero dirige la aeronave bien «trimada», ya a velocidad y altitud contantes (atendiendo a los indicadores del panel de instrumentos de vuelo) y alineándola hacia el objetivo en un ángulo fijo ó «ruta de colisión», maniobrando suavemente el volante del timón de cola (el que se ve a la derecha) para corregir la deriva lateral (en el caso de Gernika, por el viento del noroeste). También el «torque» (desplazamiento lateral producido por el giro de las palas de las hélices hacia un mismo lado), producía en los aviones de la época un desplazamiento lateral que obligaba al piloto a una continua atención al «indicador de derrape». Una vez conseguida la alineación, el artillero se prepara para la suelta de bombas.
El artillero apuntador debía esperar a que coincidiera en su retina el punto de referencia alto del visor con la primera mira circular deslizante del mismo visor y el objetivo encuadrado dentro de dicho circulo. Para evitar un tiro demasiado largo, debía pulsar las tecla/disparadores dos o tres segundos antes de llegar a ese punto. A unos 200 metros del objetivo, aproximadamente, pulsa las teclas de disparo y estas caen en hilera, «a caballo», impactando aproximadamente una veintena de metros antes del objetivo y otro tanto después de éste. Los otros dos aviones de la patrulla, sin observador, imitan el proceso del avión de cabeza o jefe de patrulla.








Tres archivos en «pdf» : instrucciones de uso (originales de 1938) de la mira JOZZA en italiano; el mismo archivo traducido y instrucciones sobre el uso del cronómetro asociado a la mira (también traducido del italiano).



El resto cuando tratemos el tema del «Sparviero»
¡Ah! y si queréis saber que presión hay que meter a las ruedas del tren de aterrizaje o que marca de líquido de frenos hay que echarle, no dudéis en preguntármelo. Os responderé gustosamente.
¡Addio, sofferto lettori!. A presto
VIDEO : (un simple «click» es suficiente)
III.- LANZABOMBAS Y BOMBAS ITALIANAS
LANZABOMBAS y BOMBAS ITALIANAS por Julen Munitis se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Resulta curioso comprobar como dos países del eje, Alemania e Italia, con una importante industria armamentista en aquellos turbulentos años, en el diseño de sus aeronaves y los componentes que las acompañaban (lanzabombas, bombas, visores de bombardeo, etc.), dos líneas netamente diferenciadas.
El Savoia Marchetti SM.79, nave estrella de la «Regia Aeronautica», fue un formidable avión de bombardeo, rápido y resistente al fuego enemigo, de lo cual da fé el hecho de que durante la Guerra Civil, sólo cinco fueron derribados en combate y otros cuatro destruidos en el suelo. De diseño y características muy avanzados e innovadores para su época (década entre 1935 y 1945), tenía la estructura de las alas de madera, y el esqueleto del fuselaje estaba conformado por una estructura de tubos de acero soldados, cubiertos de metal en la parte delantera y de madera contrachapada y tela tratada en el resto de superficies. Los alemanes apostaron por el duraluminio, desde sus primeros pasos, para la construcción de sus aeronaves de cierto porte.
Las alas de madera le dotaban de una larga flotabilidad cuando, abatido, amerizaba de emergencia, algo que agradecieron mucho las tripulaciones que operaron en el Mediterráneo durante la II Guerra Mundial.
Sin embargo estos datos curiosos del SM.79 no deben llevarnos a pensar que era simplemente un engendro mal parido, ya que poseía otras características muy notables. Simplemente podemos colegir que, en aquellos años de transición, se estaban tanteando distintos caminos para el desarrollo de la aeronaútica.
La Italia fascista de Mussolini, presto, a través de la «Aviazione Legionaria» (aunque no sólo con ella), una gran ayuda a los golpistas españoles, siendo junto con la «Legión Cóndor» alemana, decisivos para el triunfo final de la sublevación. El SM.79, uno de los aparatos más avanzados en el teatro peninsular, tubo un gran uso operacional durante toda la Guerra Civil, debido a que era un avión rápido y efectivo, casi imposible de interceptar por los biplanos de aquella época. Participaron en el bombardeo de Gernika con sus bombarderos y cazas y por ello nos proponemos conocer todos los detalles de esta participación. Tratado ya el tema de la mira de bombardeo «Jotzza» ó «Iotzza» como la denominaban en italiano, vamos a hora a conocer sus bombas y lanzabombas.
El SM.79 siendo originalmente un trimotor diseñado para transportar pasajeros y carga (1934), fue adaptado para su uso como bombardero medio (1935) y esta adaptación, me atrevo a afirmarlo, se llevo a cabo con unas soluciones técnicas más ingeniosas y perfeccionadas que la adaptación que realizaron los alemanes con el Junkers 52.
Una de estas adaptación consistió en incorporarle en su parte ventral una barquilla que ocupaban el apuntador- bombardero mirando a proa, dotado del visor de bombardeo «Jotzza» y un teclado para la suelta de bombas manual. Mirando hacia popa iba el artillero, dotado de una ametralladora «Breda-SAFAT» de calibre 7,7 mm. (luego de 12,7 mm.)
Mirando hacia la cabina de pilotaje, desde la bahía de bombasAquí vemos la barquilla ocupada por los dos tripulantes, en primer plano, mirando hacia nosotros) el apuntador, detrás, a su espalda, el artillero de popa.
El mecanismo de lanzamiento de las bombas estaba constituido así: los ganchos propiamente dichos tienen una cola que se inserta en una cámara montada en el soporte que los apoya. La rotación de la leva, provocada al tirar un alambre, libera la anilla del gancho que puede así abrirse por la acción del peso de la bomba. Los cables de todos los ganchos van a reunirse en el teclado, guiados por fundas rígidas. La tracción de los cables no es operada directamente por medio de las teclas, pero robustos muelles interactúan, encargándose por adelantado de liberar al instante, lo deseado al presionar las teclas.
(Traducido del Manual original)
El teclado lleva 12 de esos resortes que se comunican con otros tantos alambres que corresponden al número máximo de bombas. Esta constituido por una caja de la que sobresalen 12 teclas numeradas y 12 palancas para cargar sus resortes.
A la derecha de la tecla nº 12, sobresale otra tecla mayor que sirve para arrojar todas las bombas a la vez (cuyos resortes están previamente armados) .
A la derecha del teclado hay también un grueso botón estriado que sirve para desarmar los disparos cuando los resortes están cargados y se quiere abortar el lanzamiento, volviendo a la posición de seguro o en reposo.
A la izquierda otro botón igual, sirve para mover un indicador en el que están marcadas las diferentes combinaciones de carga de bombas y las correspondientes teclas a presionar.



Otra vista de una maqueta de aeromodelismo.




La parte posterior del compartimiento de bombas está constituido por una estructura robusta que porta los ganchos de los que cuelgan verticalmente las bombas, que son guiadas por cubos intercambiables, adecuados a la combinación de bombas elegida. La parte inferior del compartimiento lo conforman dos compuertas con bisagras que se abren desde el puesto de artillero-apuntador, mediante un mando hidráulico.
Compuerta superior de carga abierta.Por esa abertura superior con tapa abatible, se cargaba el armazón correspondiente a las bombas que se iban a arrojar. El sistema es menos perfeccionado que el ESAC 250 alemán, ya que sólo permitía un tipo de bombas por avión, salvo en el caso de la estructura que permitía arrojar bombas de 100 y 50 kg. Hay que tener en cuenta que al igual que el Junkers 52, el Savoia Marchetti SM-79 que estamos analizando, fue parido como avión de carga y pasajeros, no como bombardero.
Vista frontal del torno de izado con el cabrestante para bombas de 250 y 500 kg.
Las bombas de 100 y 50 kg. se introducían a mano por las compuertas inferiores. Con este torno se izaban las bombas hasta el cubo de lanzamiento (vista lateral). Se encajaba en el armazón tubular metálico sobre la bomba a cargar. Una vez cargada ésta, se desencajaba y se volvía a encajar sobre el siguiente cubo. Acabada la carga se desencajaba y se guardaba aparte para poder bajar la tapa, que protegía al artillero ametrallador dorsal de popa.

Para no cargar en exceso esta monografia, el desarrollo de las características de esta bomba 50 T (Torpedine) y de las dos espoletas «Y» y «C» que utilizaba, lo incluyo como un archivo «pdf» al final del trabajo, para aquellos sufridos lectores que tengan interés en estos detalles.




Bombas y armazón para 12 bombas de 100 o 50 kg. preparados en la pista para ser cargados
Cubos lanzabombas para bombas de 100 y 50 kg. y pequeñas bombas antipersona
Esquema de alzado y planta de la ubicación de las 12 bombas de 100 kg. en la aeronave. Orden de suelta del teclado para bombas de 50 y 100 kg., que se enganchaban por el morro y caían “de culo”

Unos regalítos de 50 kg del “Duce”

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Estructura y cubos para 5 bombas de 250 kg.
Esquema de alzado y planta de la ubicación de las bombas de 250 kg. en la aeronave, que se enganchaban por la aleta y caían “de morro”
CARACTERISTICAS: Bomba de 250 kg. mod. “R” (o 1928) de penetración
* Altura: 159, 7 cm.
* Diámetro: 40 cm.
* muy destructiva, gracias a las carga de 11l kg de alto explosivo (“di alto rendimento”)
* cuerpo fabricado de acero, de una sola pieza, aumentando el grosor en la ojiva, para aumentar la resistencia al impacto.
* espoleta de ojiva mod. 27. Utilizaba dos, una colocada en la ojiva y la otra en el culote.
* aletas estabilizadoras de chapa doblada unidas con soldadura y encastrada al cuerpo y fijada con tornillos.
* este estabilizador presentaba unas aberturas entre las aletas para facilitar la colocación de la espoleta trasera y se cerraban con una chapa y dos tornillos.
* Su funcionamiento era el siguiente:
Al colocar la bomba en el avión, se le quita el pasador de seguridad en tierra, tanto si la espoleta se coloca en la ojiva como en el culote (llevaban dos), colocando al mismo tiempo la horquilla de seguridad en vuelo en la de la ojiva y el pasador de seguridad de la misma, en el casquillo de transmisión en la de culote. Esta horquilla y este pasador quedan en el avión al ser lanzada la bomba. Al caer, el aire actúa sobre la hélice y la hace girar, desenroscando, directamente en la de ojiva o por mediación de la transmisión en la de culote, el vástago de seguridad, saliendo del portapercutor y dejándole libre, que al choque contra el objetivo, por inercia, desciende contra las cápsulas fulminantes, percudiéndolas con sus dos percutores.
* los S-79 empleaban habitualmente las de 50 y 100 kg. y alguna vez las de 250 y 500 kg.
También usaban bombetas de 2 y 12 kg e incendiarias.
* Los tres (3) SM.79 que participaron en el bombardeo de Gernika, arrojaron 36 bombas “torpedin” de 50 kg.


Bombas de 250 Kg., el resto son de 100 Kg.
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Estructura y cubos para 2 bombas de 500 kg.
Sección del fuselaje en el compartimento de bombas:
61.- Corredor de paso
133.- Bomba de 500 kg.
132.- Cubo guía para estas
131.- Compuertas inferiores
37.- Persiana abierta de seguridad para el cargamento
130.- Torno portable para la elevación de las bombas
La velocidad de las bombas cuando abandonan el aparato es la misma que la de éste y su velocidad vertical es, en ese preciso momento, cero. Rápidamente estos dos parámetros intercambian sus valores, mientras que la velocidad inicial hacia adelante (en la dirección de vuelo) se reduce aceleradamente por la resistencia del aire, la velocidad vertical se incrementa, también rápidamente, por la fuerza de la gravedad, describiendo las bombas una parábola.
La velocidad indicada (IAS) por el anemómetro (indicador de velocidad del aire) del avión no es enteramente real ya que sólo se aproxima a la velocidad verdadera a nivel del mar y en condiciones atmosféricas normales. Es necesario pues, determinar la velocidad relativa del aparato en la masa de aire (también en movimiento) en la que éste vuela inserto. Esta velocidad relativa o verdadera (”TAS”) es imprescindible para el cálculo del ángulo de tiro.
Si la velocidad indicada era posible conocerla, no lo era tanto la velocidad del viento (para calcular la TAS). Tampoco la altitud era fácil de medir, pues se calculaba con un altímetro que mide la presión del aire. Evidentemente esta presión no tenía porque ser la misma sobre el cielo de Gernika, que sobre Soria, lugar de procedencia de los tres bombarderos Savoia Marchetti SM-79 y este tenía que ser recalibrado “a ojo”. Si a estos factores le añadimos que la suelta de las bombas era manual y no automática como en los visores de bombardeo dotados de giroscópio, que se desarrollaron unos años más tarde (Norden, Lotfe y MK XIV) y sujeta por tanto a la habilidad de operador, los factores que podían conducir a errar el blanco se iban acumulando.
Otro factor aunque, este de menor importancia, era que de los cuatro modelos de bombarderos que actuaron sobre Gernika, dos de ellos alemanes, el Heinkel 111 y el Junkers Ju 52 y otro italiano, el Savoia Marchetti SM- 79 tenían lanzabombas verticales, que aumentaban la imprecisión a la hora de hacer blanco. Los Dornier Do-17 alemanes ya contaban con lanzabombas horizontales.
A este movimiento giratorio habría que añadir otro de vaivén, que no puedo reflejar en estos croquis, pero que se aprecia en los vídeos que señalo al final del escrito. Imaginaros la deriva del contenedor se incendiarias BSK 36 en los pocos segundos anteriores a que se abriera.
Si aquel fatídico 26 de abril del 36, el objetivo hubiera sido el puente de Rentería y los cruces de carreteras cercanos a él, como aún se empeñan en afirmar los últimos investigadores profranquistas, defensores de esta infumable tesis, el hecho de fallar el blanco hubiera tenido una explicación razonable por las razones antes aducidas. Lo que no tiene explicación es la enorme cantidad de bombas incendiarias arrojadas, la dirección N-S del grueso de los ataques y no a lo largo del puente, la formación en “V” y no en fila, el ametrallamiento a baja altura de, entre otros, mujeres y niños, las mas de tres horas de intenso bombardeo, etc., etc., etc.
Ya me resulta casi ridículo, tras la cantidad de tinta vertida, el estar argumentando lo que resulta harto evidente, que el objetivo real era la destrucción total de Gernika (por su valor simbólico y para doblegar la enconada resistencia de los vascos, acabando con su recién estrenado autogobierno) y no otro. Aspiro, sin embargo, a que cuando desarrollemos todas las investigaciones en curso de este C.S.I. Gernika, la verdad brille con un poco más de fuerza, si cabe.
Esta foto bien podía ser de los SM.79 enfilando la entrada de la ría de Urdaibai (ría de los jabalíes) aquel 26 de abril de 1937, aunque no lo es.
Aunque tratemos el tema con la seriedad exigida, permitirme este pequeño relax.
Cargando una bomba (parece de 100 kg.) en el SM-79 a “calzón quitado”.
Y para acabar, un saludo dedicado del piloto italiano, amigo de “Musso”.
La bomba italiana 50 T (Torpedine) y sus dos fusibles «Y» y «C»
VIDEOS